Os traigo una receta de esas que son ya un tanto añejas o de toda la vida, por que, ¿Quién no ha probado alguna vez las típicas rosquillas de la abuela, la tía o la mamá?. En este caso son unas rosquillas especiales, porque son hechas a base de leche condensada, sí, pero para los que no os gusta el sabor de este dulce, ¡no temáis! no saben a leche condensada, no os preocupéis. De esta manera nos ahorramos el azúcar y la leche de una vez.
La receta la he sacado de nuestra amiga Cristina de Kanela y Limón, se nota que soy una asidua de su blog jejeje. Deciros que es una receta superfácil de hacer y se hace en un momento, ya que no tenemos que dejar levar la masa ni nada.
ROSQUILLAS DE LECHE CONDENSADA
Ingredientes:
- 370 gr. de leche condensada
- 4 huevos
- 650 gr. de harina
- 35 gr. de levadura Royal
- Ralladura de un limón
- Azúcar
- Canela
Pasos:
1º Batimos los huevos con la leche condensada y la ralladura de limón.
2º Mezclamos la harina con la levadura.
3º Echamos la harina y la levadura poco a poco en la mezcla liquida y removemos con una espátula.
4º Cuando la masa quede compacta, untarnos las manos con aceite y amasar formando una bola.
5º Ir cogiendo pedacitos y hacerlos en forma alargadas uniendo los extremos.
6º Freír en aceite caliente y dejar en papel absorbente.
7º Pasarlos por azúcar mezclado con canela.
Para que veáis cómo quedan por dentro
¡Buenísimas!